
Durante el mes de febrero de 2025, la Región de Arica y Parinacota registró un importante incremento en su generación eléctrica, alcanzando un total de 24.147 megavatios hora (MWh), lo que representa un aumento del 3,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este crecimiento se explicó principalmente por el aumento en la generación solar, que presentó un alza de 9,6%, consolidando su rol como una de las principales fuentes de energía en la región.
Las condiciones climáticas de la zona, caracterizadas por una alta radiación solar, han favorecido el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, permitiendo a la región avanzar hacia una matriz energética más sostenible. La expansión de estas instalaciones ha contribuido de manera directa a fortalecer la autonomía energética local, disminuyendo la dependencia de la generación externa y aportando a la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, en contraste con el aumento en la generación, la distribución de energía eléctrica mostró una disminución interanual del 12,1%, alcanzando los 32.479 MWh. Este descenso se relaciona principalmente con una contracción del 22,7% en la distribución hacia el sector comercial, lo cual podría deberse a una reducción en la demanda por ajustes en la actividad económica o mejoras en la eficiencia energética en el ámbito privado.
Durante el último año, la capacidad de generación eléctrica en la región aumentó en 107 megavatios (MW), alcanzando un total de 139,5 MW instalados. Este incremento se dio gracias a la incorporación de nuevas plantas solares que han ampliado la infraestructura energética local. Se trata del crecimiento más significativo desde 2016, reflejando un impulso claro hacia el aprovechamiento de fuentes renovables.
En paralelo, se ha iniciado la construcción de nuevas obras de infraestructura, entre ellas la subestación seccionadora Roncacho en la comuna de Camarones. Esta permitirá mejorar la transmisión de energía en la región y viabilizar la conexión de nuevos proyectos fotovoltaicos que se encuentran en etapa de planificación y tramitación, como Celda Solar y Alwa II.
Asimismo, se ha producido una ampliación en las zonas concesionadas para distribución eléctrica, destacando la incorporación del valle de Chaca mediante la instalación de una red eléctrica que beneficiará a más de 60 viviendas. Esta red, financiada por el gobierno regional, responde a una necesidad histórica de equidad territorial en el acceso a servicios básicos, y se proyecta su extensión hacia el sector de Caleta Vitor.
Este conjunto de inversiones y avances tiene un impacto directo en la seguridad eléctrica regional. Históricamente, Arica ha enfrentado desafíos debido a su posición periférica dentro del sistema interconectado nacional, lo que la dejaba expuesta a vulnerabilidades en caso de fallas de transmisión desde otras regiones. Con la mejora de su capacidad de generación local, se reduce este riesgo y se refuerza la resiliencia del sistema.
De cara a los próximos años, se espera la entrada en operación de nuevas plantas fotovoltaicas a pequeña escala, tales como Las Chilcas, Chinchorro y Las Machas. Estas centrales se conectarán directamente a la red de distribución urbana y se enmarcan en la estrategia regional de transición energética.
Este panorama positivo no solo impacta en el ámbito técnico, sino que también proyecta beneficios para la ciudadanía. La diversificación energética y la mejora de la infraestructura pueden generar empleos, reducir costos energéticos en el mediano plazo y contribuir al desarrollo sustentable del territorio.
La región de Arica y Parinacota está dando pasos decididos hacia un modelo energético más limpio, equitativo y resiliente, y febrero de 2025 ha sido un mes clave para consolidar esta tendencia. Las autoridades y actores del sector energético han reafirmado su compromiso con una planificación sustentable que garantice el acceso a energía segura, confiable y amigable con el medio ambiente para todas las comunidades del extremo norte del país.