
La tensión diplomática entre Argentina y Chile escaló ayer a un nivel sensible, luego de que el presidente argentino, Javier Milei, respaldara de manera implícita los dichos de su ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que “a los chilenos los gobierna un comunista que los está por hundir”.
Milei comentó en redes sociales con la frase “Poniendo zurdos en su lugar”, en respuesta a una publicación que defendía los dichos de Caputo, lo que provocó aún más molestia en el gobierno chileno. La reacción se sumó a la nota de protesta enviada previamente por La Moneda.
Desde el Ejecutivo chileno consideran que el mandatario argentino cruzó una línea delicada. En ese contexto, fue el propio presidente Gabriel Boric quien respondió públicamente, aunque con un tono mesurado.
“Le quiero decir al señor presidente Javier Milei que yo soy Presidente de Chile, y Argentina es para mí y mis compatriotas un país hermano (…) hay que tener un poquito más de humildad, porque nosotros, los presidentes pasamos, pero las instituciones y los pueblos quedan”, expresó Boric.
Aunque la postura del gobierno chileno apunta a evitar una escalada mayor, no se descarta que se adopten nuevas señales diplomáticas, como mantener en el país al embajador en Buenos Aires, José Antonio Viera-Gallo, quien se encuentra de vacaciones en Chile.