
Arica cuenta con dos de las más espectaculares playas del país: “Playa Chinchorro” y “Playa Las Machas”. Ambas playas abiertas, unidas y separadas por cierta distancia artificial o línea imaginaria, que solo concierne a algunos conocer con exactitud. Lo que popularmente se sabe del límite que las separa, es que sería la Avenida Eilat que baja en dirección hacia la playa, donde antaño se encontraba el conocido muelle del sector Playa Las Machas, esta línea imaginaria divisoria. Según datos recabados, Playa Chinchorro abarcaría 1.700 mts. de longitud desde la desembocadura Del Río SanJosé hasta Playa Las Machas, que continuaría paralela a Avenida Las Dunas hacia el norte, hasta el Humedal de la Desembocadura Del Río Lluta.
Todo este borde costero norte de la ciudad es un paraíso para quienes buscan el deporte, el entrenamiento físico, la pesca, el surf, la natación o el buceo submarino, o simplemente, disfrutar del placer de una larga caminata por su costanera y la contemplación de los más bellos atardeceres que ofrece la naturaleza en esta extensa playa que divide su nombre en dos, y que en su aparente dualidad, presenta rasgos que las puedan distinguir una de la otra; Playa Chinchorro, más cercana al centro de la ciudad, es un balneario que se caracteriza por su oleaje suave apto para el nado y actividades deportivas, mientras que Playa Las Machas, es una playa más abierta y extensa, por ende, propensa al oleaje fuerte de la corriente marina, aprovechada especialmente para la pesca y el surf, aunque es bastante peligrosa y no apta para bañarse. En este sector se siente y corre la brisa más fuerte y a ciertas horas algo helada. Sin embargo, para el periodo estival, mucha gente acampa en sus alrededores, frente a esta refrescante playa, deleitándose del paisaje maravilloso y la cercanía con el humedal y lo que aquello significa, sobre todo en este tiempo de abundancia avifaunística por doquier. Digno de admiración para amantes del reino animal, que se embelesan con tal espectáculo de la divina naturaleza, y descansan el cuerpo y el espíritu, además de la vista.
Dos playas de aguas cálidas, templadas casi todo el año, gozan de una temperatura agradable y un clima preferentemente primaveral. Dos oasis en medio de tanto paisaje desértico, en tierras áridas del extremo norte de Chile.