

Los Valles de Arica, compuestos principalmente por el Valle de Azapa y el Valle de Lluta, son dos quebradas naturales distintivas ubicadas en la región de Arica y Parinacota. Cada valle tiene sus propias características, historia y atractivos únicos.
Valle de Azapa
Cultivo de Aceitunas: El Valle de Azapa es conocido por sus extensos campos de cultivo de olivos, que producen aceitunas de alta calidad y aceite de oliva virgen extra. Esta actividad agrícola tiene una larga historia en la región y ha sido practicada por culturas indígenas ancestrales.
Arqueología y Patrimonio Cultural: El valle alberga importantes sitios arqueológicos, como las antiguas aldeas de San Miguel de Azapa y Chiribaya, donde se han encontrado evidencias de la ocupación humana desde hace miles de años. También se encuentran petroglifos, geoglifos y momias Chinchorro, que son testimonios de la rica historia cultural de la zona.
Naturaleza y Paisajes: El Valle de Azapa ofrece paisajes impresionantes, con oasis verdes contrastando con el árido desierto, rodeado por imponentes cerros y montañas. También alberga una variedad única de flora y fauna, incluyendo especies endémicas adaptadas a las condiciones climáticas extremas.
Valle de Lluta
Agricultura y Producción de Cítricos: El Valle de Lluta es conocido por su fértil suelo y su clima favorable para la agricultura. Aquí se cultivan una variedad de productos, incluyendo cítricos como naranjas, limones y mandarinas, así como productos hortofrutícolas.
Avistamiento de Aves: El valle es un importante santuario de aves migratorias y alberga una gran variedad de especies, tanto residentes como migratorias, que encuentran refugio en sus humedales y áreas protegidas. Es un destino popular para el avistamiento de aves y la observación de la naturaleza.
Historia y Arquitectura: El Valle de Lluta también tiene una rica historia, con evidencias de ocupación humana desde tiempos precolombinos. En la zona se pueden encontrar iglesias coloniales, como la Iglesia de Poconchile, y sitios arqueológicos que muestran la presencia de antiguas culturas.
Historia, mitos y leyendas de los Valles de Arica
El Valle de Azapa y el Valle de Lluta, están impregnados de historia, mitos y leyendas que reflejan la riqueza cultural y la conexión de las comunidades con su entorno natural.
- Los Geoglifos de Azapa: En el Valle de Azapa se encuentran los famosos geoglifos, grabados en las laderas de los cerros, que datan de hace miles de años. Estas impresionantes figuras representan animales, personas y símbolos religiosos, y se cree que fueron creadas por las antiguas culturas que habitaron la zona.
- El Gigante de Azapa: Una leyenda cuenta sobre un gigante que habitaba en el Valle de Azapa. Se dice que era tan grande que podía recoger un peñasco con una sola mano y lanzarlo a gran distancia. Esta historia se ha transmitido de generación en generación como parte del folclore local.
- El Tesoro del Morro de Arica: En el Morro de Arica, que domina la ciudad de Arica y los valles circundantes, se cuenta la leyenda de un tesoro escondido por los españoles durante la época colonial. Se dice que quienes intentaron encontrarlo se perdieron en las cuevas y laberintos del morro, y que el tesoro sigue oculto hasta el día de hoy.
- La Novia de Azapa: Esta leyenda cuenta sobre una novia que aparece y desaparece de un instante a otro en el tiempo, cuando es transportada en vehículos por conductores que la embarcan en el trayecto del Valle de Azapa, buscando encontrar a su amado. Una historia de amor y de misterio entrelazados trágicamente, ocurrida en el año 1956. Una joven muchacha de 22 años, vestida de novia, viajaba en camión hacia el Santuario de Las Peñas donde le esperaba su novio para casarse y muere en un choque frente a otro camión, al trasladarse camino a su destino. Desde entonces se le ve deambular por esta carretera, haciendo señas o bien sentada en el asiento trasero, siendo conocida como “La Novia de Azapa”.
Estas son solo algunas de las muchas historias y leyendas que se entrelazan con la rica historia y el paisaje único de los valles de Azapa y Lluta. Cada una de ellas contribuye a la identidad cultural y al folclore de la región, manteniendo viva la conexión entre las personas y su entorno natural. Con su rica biodiversidad, paisajes impresionantes y patrimonio cultural, estos valles son destinos imperdibles para quienes visitan la zona.